Hoy se fue la poetisa del evangelio. La catequista de alma. La docente inolvidable. La consejera de todos. Volvió a la Casa de Padre, donde el amor no tiene fin. "Entre las cuentas del Rosario" quedó su alma y el testimonio de una fe inquebrantable. La extrañaremos mucho pero nos encontraremos en cada verso nuevo.El 8 de marzo de este año, en el "Día Internacional de la Mujer", el Padre Hernán Pérez Etchepare, director de publicaciones de la Editorial San Pablo, estuvo en la ciudad de Castelli. Fue en ocasión de hacerle entrega el ensayo sobre su obra. Fue la gran alegría para esta gran mujer que pasó sus últimos años sin poder levantarse. El vuelo de su alma hecho poemas y oraciones llevó el nombre de su pueblo a través del ciberpacio.
Hace pocas semanas envió un poema inédito para el tomo dos de Letras para el Encuentro. Con el reiteramos nuestra admiració y respeto.
PRIMAVERA DE LA VIDA
Le pido al Señor,
morir en Septiembre
cuando el suelo
despierta de su sopor,
el duraznero se viste de gala
y blanquea el ciruelo
con hermosa perfección.
Las flores estallan
en gran profusión,
los perfumes embelesan
y alegran el corazón.
No temo morir,
porque morir es vivir
la verdadera vida de paz,
de amor y unción.
Así lo pretendo y así lo pido.
Pero... no sé lo que el Señor dirá.
Morir en Septiembre,
morir en primavera
sería como volver a vivir
cada año , cuando ella estalle,
si así lo quiere el Señor.
No partió en primavera, sino al terminar el otoño, tal vez porque el Señor de la Vida quiso preservarla de otro frío invierno.
Eva Lucero de Ortega y María Luján Ortega
Le pido al Señor,
morir en Septiembre
cuando el suelo
despierta de su sopor,
el duraznero se viste de gala
y blanquea el ciruelo
con hermosa perfección.
Las flores estallan
en gran profusión,
los perfumes embelesan
y alegran el corazón.
No temo morir,
porque morir es vivir
la verdadera vida de paz,
de amor y unción.
Así lo pretendo y así lo pido.
Pero... no sé lo que el Señor dirá.
Morir en Septiembre,
morir en primavera
sería como volver a vivir
cada año , cuando ella estalle,
si así lo quiere el Señor.
No partió en primavera, sino al terminar el otoño, tal vez porque el Señor de la Vida quiso preservarla de otro frío invierno.
Se nos ha ido! No fue en Primavera, pero el Senior la queria, para que fuera a llenar la
ResponderEliminareternidad con sus bellos poemas y poesias. Alli nos encontraremos todos los que formamos parte de este pueblo "escogido" para para darnos un gran "ABRAZO" no ya Literario, sino hermanados en Cristo Jesus! Hasta la Gloria siempre ELSITA!!!
ETELVINA desde Py
Claro que así será, querida Etelvina. Porque si nos hermanamos en Cristo tenemos la seguridad de que en la Casa del Padre habrá una morada común en la que la alegría, el amor y la paz no tienen fin.
ResponderEliminarGracias por el sol del Paraguay que siempre llega en tus comentarios.
A seguir evangelizando la cultura, esa es la misión que, como San Pablo, tenemos los que amamos a la comunicación en cualquiera de sus formas.
Eva Lucero de Ortega
Elsita se ha ido a comer los panecillos de María en el día de su Inmaculado Corazón. Dios le eligió el día. No fue como ella quería, pero fue en un día que nunca hubiera soñado por sencilla y modesta. Siento que va a ser difícil vivir sin conversar con ella y recibir su cariño y su buen humor, pero sé que no sufre y eso atempera el dolor. Que el Señor la tenga en la Gloria, y a nosotros nos de consuelo.
ResponderEliminarElsa Lorences de Llaneza
Parecera muy infantil esto, pero desde que tenia 2 o 3 anios, mi madre me decia que los "pancitos
ResponderEliminarde leche" los amasaba mama Maria y
hasta hoy lo sigo creyendo. De ahi,
que entiendo que el sabado habia
fiesta en el cielo en honor del dulce Corazon de Maria a donde Elsita tuvo el privilegio de ser invitada. Gloria al Senior por ello.!!!
ETELVINA
Qué hermosa la poesía de Elsa pidiendo irse en primavera para permanecer siendo primavera todo el tiempo. Y creo que su deseo ya era realidad porque la primavera nos dice que la fuerza de la vida se sobrepone siempre, no hay noche ni invierno que la detenga. Realmente me conmueve su testimonio y siento que ha dejado en mis manos las cuentas de un rosario que quiere volver a ser recitado...
ResponderEliminarQuerida Elsa: otra vez tus panecillos de la virgen acompañando un momento especial de los poetas. Gracias por esas líneas de amor filial hacia nuestra madre del cielo, líneas que muchos hubiéramos querido ser capaces de escribir. Elsita ya los habrá disfrutado como dice Etelvina en ese día de fiesta a que ella fue invitada a participar.
ResponderEliminarEva
no tengo muchas palabras.solo reiterar mi admiracion por ella.
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