Dos maderos cruzados
fueron tu cuna, tu pesebre
por tu Madre con pajas acomodado,
en otros dos, fuiste crucificado.
En tus treinta y tres años
leños, maderos, te acompañaron
con José, en la carpintería;
entre pastores, fariseos,
pescadores, enfermos, prostitutas,
endemoniados, reyes, comerciantes,
a cargar su cruz a cada uno enseñaste
con el peso de esos maderos, su mundo cambiaste.
En el peregrinar de tu pasión
hasta la Pascua llegarcargando dos maderos cruzados,
en catorce estaciones caías
con tus ensangrentados ojos, no veías,
casi ni huella, ni camino,
que por la humanidad, te llevaría
a tan cruento destino.
Gracias, Señor, por esos maderos cruzados
que desde el Pesebre hasta la Cruz,
nos hicieron verte, nos dieron la luz
para reconocerte como quien nos ha salvado.
Etelvina Giménez de Cerdán
para reconocerte como quien nos ha salvado.
Etelvina Giménez de Cerdán
No imagine abrir el blog...y verme ahi, con tanta rapidez. Eva querida
ResponderEliminarque puedo decirte, solo...GRACIAS!
Discierno si, que esta ha sido y es la voluntad de Dios para esta etapa que me toca vivir. Comentaba con Hernan, que me siento tremendamente mimada por el Senior, solo El sabe el "para que" de todo esto. Alabado sea!!!
Un Abrazo Literario desde este Sol
del Py. Hasta tu plateada y serena
Laguna:
ETELVINA
Hermosas tus comparaciones Etel. Nunca se me hubiera ocurrido verlas desde ese punto de vista. Como siempre felicitacioes y todo mi gran cariño.
ResponderEliminarElsa Lorences de Llaneza