11/9/11

DESDE PARAGUAY PARA LAS MAESTRAS ARGENTINAS

Teresa Palacios, una "seño" de las que describe Etelvina. De Chascomús.

Querida Eva

Como nada es casual en mi vida, siendo hoy el "Día del Maestro" en Argentina., escribí algo, a pedido de una amiga de mi Parroquia de San Pablo, aquí. Te la envío por si te puede ser útil.

Si bien ella es Profesora además de que aquí, no existen las Maestras, sino todas son Profe..., así las llaman los niños. Yo me atreví a titularla..."La seño", como nos dicen allá. Además de estar recién horneada.

Dice así:

LA SEÑO...

Fue un hada que con su magia

nos enseñó a fin de que aprendiéramos,

Unos íbamos con guardapolvo

otros clásicamente uniformados.

Con su hechizo, ella nos transformaba

en seres diferentes, casi alados.

Año tras año, pasaban por su lado

toda clase de niños, como hijos postizos

en los que fue sembrando

luz, palabras, cifras, conocimientos

que siempre quedarían en la memoria

jamás se los llevaría el viento.

El saludo, abrazo diario,

esa palabra dicha suavemente

su mirada, su ternura

que tanta falta nos hacía.

Era nuestra compañía

brindándonos coraje, el resto del día.

Guardamos por vos "Seño"...

el más puro sentimiento

por tu dedicación, paciencia

por tus desvelos, tu vocación,

nuestro emocionado recuerdo,

todo nuestro agradecimiento.


2 comentarios:

  1. Eva, no se si la poesia es buena o
    no, no soy quien para opinar, si me emociono la foto de Teresa Pala-
    cios, a quien imagino una "Senio...
    como eramos en mi epoca, dedicadas
    no solo a la Docencia, si no que lo
    eramos, en mi caso Jornada Completa
    Maestras, para todo servicio...!
    Gracias Eva, por tu reconocimiento
    y darme siempre un lugar en este querido blog...!
    ETELVINA

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  2. Felicitaciones Etel. Que bien describiste a las maestras, a las pobres maestras que aquí en Argentina maltratamos lamentablemente. Ya no está más el respeto unánime de padres y alumnos hacia ellas. Son pocos las que las siguen considerando la segunda mamá. ¡Qué lástima! Pero ellas siguen fiel a su apostolado y Dios las compensará al final de los tiempos.
    Elsa Lorences de Llaneza

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