2/2/12

PARA EL PADRE HERNÁN Y PARA TODOS LOS SACERDOTES QUE FUERON, SON Y SERÁN OBREROS DE LA MIES DEL SEÑOR

Enviada por Don Prudencio Martínez Zuviría

PLEGARIA DE UN SACERDOTE

“ Señor Tú lo sabes todo. Tú sabes que yo te amo”.
Haz que yo sea el pastor que salva las ovejas aprisionadas entre zarzarles; el pescador que, a Tu mandato, aun después del trabajo infructuoso de largas noches, hecha nuevamente su red con confianza. Haz que sea yo el imán capaz de atraer a cuantos se aproximen a mi círculo de acción.
Sea yo el obrero que recoge la mies, aquella de la que Tú dijiste: “La mies es mucha y los obreros pocos”.
Que sea yo chispa de fuego que sepa propagar el que Tú trajiste al mundo y lo encienda en el alma de cuantos encuentre por el camino.
Concédeme que, al entrar en la escuela, descubra en los ojos de los niños todo el tesoro de sus almas, y que sientan como si Tú mismo te acercaras a ellos.
Que al sentarme en el confesionario y abrir ante mí los hombres su vida más oculta, sus obras cubiertas por el velo del secreto, aquellas que quisieran ocultar, no sólo a los amigos y a los padres, sino a sí mismos y a Dios, pero que allí descubren con sinceridad admirable, sea yo entonces consejero, consuelo, amigo, médico, padre espiritual de tantas almas pecadoras que sufren, que se revuelven en miserias.
Que al dirigirme, con Tu Cuerpo Sacratísimo en mi mano, al agonizante, tenga yo arrestos para ayudarle a levantar su vista quebrantada hasta el cielo. Que pueda sufrir con los que sufren, alegrarme con los que se alegran, serlo todo para todos, y que el fuego sagrado que arde ahora en mi alma, no pierda nunca su intensidad…
Es lo que te suplico, Señor.
Y aun te pido algo más: la virtud de no esperar por esas cosas el aplauso de los hombres, un galardón terreno.
Sino que al entrar, cansado por el trabajo del día, en el silencio de mi cuarto, donde no me aguarda nadie para distraerme, y al postrarme de hinojos en el reclinatorio, a los pies del crucifijo, vea en Tu rostro vuelto hacia mí y en Tus dulces ojos, todo mi consuelo, mi fuerza, mi felicidad, mi galardón….
TIHAMER TOTH
Obispo de Verszprem (Hungría)

2 comentarios:

  1. He leido algunas cosa de Mons.Thia-
    mer Toth, pero esta Oracion y para
    mi Reflexion es bellisima...! Por
    cierto, pone de relieve la vida del
    P.Hernan Perez Etchepare ssp. siem-
    pre dispuesto a dar...dar...y dar.!

    ETELVINA

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  2. Hermosa Plegaria que me hizo pensar la soledad del Sacerdote. Siempre rodeado de gente pidiéndole y pidiéndole y a él ¿quien le da?. Solo Dios nuestro Señor. Gracias Don Prudencio, Gracias Eva por publicarla.
    Elsa Lorences de Llaneza

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