Pájaro al Viento
Que van a hablar de Hernán
si con Dios está viviendo,
que van a decir de sus letras
si con el alma las estamos leyendo.
Cuánto llegó al corazón que aún
le estamos escribiendo y en el
taller de los poetas su mágica luz,
brilla como estrella en el tiempo.
Que van a decir sus plantas y sus
flores que tanto se esmeró por ellas,
que los amigos del alma y aquellos
tristes, que le confiaban sus penas.
Acaso a los pájaros en vuelo,
se los puede asir de sus plumas,
detener sus alas abiertas y frenar
en el aire el destino que abruma…
Dejemos que el pájaro al viento,
en sus entrañas de ángel bueno,
pueda alabar al Dios puro y eterno,
enamorándolo con su vuelo.
Y en su viaje de amigo y santo,
llevando lo amado consigo, esa
vida de la que se ha revestido, llegue
hasta Dios transformada en canto.
Sí es verdad Ana María. Al Padre Hernán hay que dejarlo levantar vuelo. Por eso no hay que llorarlo. Hay que esperar encontrarnos con él nuevamente.
ResponderEliminarElsa Lorences de Llaneza