ALEDO LUIS MELONI, nuestro poeta, testigo y relator esencial
de una realidad común, hombre símbolo de la cultura chaqueña; y los que somos
de General Pinedo lo sentimos mas nuestro todavía
Los valores que defiende y en los que enmarca su accionar,
siempre en armonía entre pensamiento, sentimiento y forma de vida, lo
destacaron como una persona de incuestionable trascendencia. Al talento
artístico se suma el docente ejemplar, el esposo, padre y amigo; caminante
inquieto y atento a las necesidades ajenas; humilde, sencillo, afectuoso, con
exquisito sentido del humor; justo y solidario.
SU BIOGRAFÍA
Aledo Luis Meloni nació un 1º de agosto de 1912, en la Estación María
Lucila, provincia de Buenos Aires - "una estación del viejo Ferrocarril
Midland, ya no existe más, entre una de las tantas barbaridades que se hicieron
una de ellas fue terminar con los ferrocarriles" - explica. Aclara que fue
anotado en Bolívar y un 12 de agosto, pero que lo verídico es lo que él cuenta.
Por eso afirma que el destino de escribir coplas ya estaba marcado desde antes
de llegar al mundo "nací el día de la Pachamama , no podía hacer otra cosa". Aledo
continúa explicando: "Las coplas parecen algo exclusivo de la montaña,
usted fíjese que en la llanura no se dicen coplas, que son sencillas, que en
pocas palabras se expresan ideas. Las coplas del noroeste son bellísimas, allí
hay muchas rondas de bagualeras, eso a mi me llamó la atención y me gustó
oírlas, leerlas y me animé a escribirlas."
Meloni fue maestro, estudió en Buenos Aires y se recibió.
Como no conseguía trabajo de su profesión, fue al Consejo Nacional de Educación
en reiteradas ocasiones, y según cuenta en uno de sus últimos libros "Tal
Cual (Relatos)", de marzo de 2010, cuando el secretario Sr. Ovejero le
preguntó donde quiere ir, Meloni le respondió "De la Cordillera de Los Andes
al Atlántico y de Jujuy a Tierra del Fuego me da lo mismo, no tengo
preferencias". Así fue como llegó su nombramiento y fue a parar a un
paraje cerca de General Pinedo, en la provincia de Chaco: Campo del Cielo.
Allí llegó un 27 de junio de 1937. En pleno monte
y con largas sequías, a 17 km .
del pueblo de Pinedo, comenzó su tarea como maestro de escuela primaria
junto a su esposa, la escuela actualmente lleva su nombre "Aledo Luis
Meloni". "Era duro, pero fue una tarea muy linda, no teniamos
problemas con los chicos y los padres colaboraban mucho" recuerda Aledo.
También cuenta que la mayoría de los chicos era descendiente
de familias venidas desde Europa Oriental y no sabían hablar en castellano, por
lo que "tenía que enseñarles el idioma desde cero".
Tras desempeñarse durante 25 años como maestro rural, se
dedicó al periodismo: "es la profesión que más me gusta. También me
agrada mucho ser maestro, pero más me gustó el periodismo". Como
periodista trabajó también 25 años, escribió en diarios de la región,
como el ya desaparecido "El Territorio" de Chaco y en el diario
"La Prensa ",
el más conocido en aquel entonces en esa provincia, redactó más de diez mil
fichas del periodo 1869-1912 con información sobre Chaco, Formosa y Misiones.
"Fichar fue un gran trabajo, se aprendía mucho mientras se hacía,
imagínese, leía de todo". En ese diario se dedicó también a la crítica de
libros, muchas de ellas quedaron registradas en su libro "A cada cual lo
suyo".
Entre sus escritores preferidos aparecen en primer lugar el
poeta español Antonio Machado "lo leí por primera vez de casualidad
en un diario y dije esto me gusta, esto es lo que quiero yo y leí mucho de
él, en el monte tenía tiempo de sobra para leer". Otro de sus favoritos es
Horacio Quiroga, sobre él escribió el libro "Cuentos de la llanura y
el monte chaqueño", una investigación del paso de Quiroga por su querido
Chaco y que es un libro utilizado para leer en varias de las escuelas primarias
de su provincia. "A su casa de San Ignacio en Misiones fui cinco veces, me
hice amigo de su familia y leí toda su obra completa, no quiero ser
vanidoso, pero creo que debo ser uno de los hombres que más sabe de la obra de
Horacio Quiroga". Otro escritor que admira es el mexicano Juan Rulfo, de
quién con fervor recomienda el libro "Pedro Páramo": "cada vez
que lo leo encuentro algo nuevo".
Meloni dejó una huella muy grande en la poesía, 18 libros de
poemas, coplas y haikus lo demuestran.
Con una sorprendente humildad dice, "empecé a ser
conocido por el primer libro que se llamó Tierra ceñida a mi costado, yo pienso
que gustó ese nombre y por eso tuvo éxito".
Confiesa que ahora cuando relée sus primeros escritos le dan
ganas de corregirlos y que fue después donde fue madurando su escritura, aunque
también dice "Mi esposa, una mujer única, me decía que a ella le
gustaba solamente mi primer libro porque era más espontáneo y bromeaba
diciéndome que después me había convertido en un literato y que había perdido
esa simpleza".
“Tierra ceñida a mi costado”, se llamó uno de los discos de
Argentino Luna, "ahí en donde está usted sentado estaba Argentino Luna, y
le gustó el nombre del libro y me pidió autorización para utilizarlo como
nombre a uno de sus discos, ¡y claro que sí!, a mi me servía, a él
también".
Durante su periodo como periodista, Aledo, trabajó mucho
tiempo como corrector, "los correctores leemos distinto a cualquier
lector, somos lentos, porque leemos letra por letra, nos detenemos en cada
palabra, por eso para leer libros soy más lento de lo común, en mi biblioteca
tengo más de 3.000 libros, pero imagínese que a ese ritmo de lectura no puedo
leerlos todos".
Esa vocación de corrector también la implementa con sus
propias obras: "Cuando leo poemas viejos los corrijo, pienso porque no se
me ocurrió tal o cual cosa en aquel momento, quizás le quita
espontaneidad, pero tengo otra visión más amplia quizás ahora y siento
corregirlos. Un amigo mío me dice que así los arruino"
A los 100 años, Aledo sigue escribiendo, "ahora
tengo más tiempo, es más fácil escribir". Muchas de sus obras han
sido musicalizadas y él se siente feliz de ello porque es una forma de llegar
con el alma a muchas otras personas. Además confiesa su gusto por el folklore,
de hecho, cuando dejó de trabajar tuvo que buscarse un pasatiempo y así fue
como decidió comprar una quena y aprender el instrumento aunque dice: "soy
muy malo tocando pero me divierto".
CHACO
(poema de Aledo Luis Meloni)
Cuando muera a la sed de cada día,
al sol, al aire, a la raíz al pájaro,
escóndeme en tu médula piadosa,
junto a la flor abirta de tu llanto,
y devuélveme en oro de recuerdo
los días que dejé como sembrándolos,
en los caminos de tu piel ardida,
tierra ceñida a mi costado Chaco.
Bellísimo. Así vale la pena llegar a los 100 años. Gracias Julio por compartir. Bendiciones
ResponderEliminarElsa Lorences de Llaneza