En mi campo han sembrado la cizaña
y mi trigo va creciendo junto a ella.
¿Será que mis pobres obras
ya incomodan,
y mis pequeños logros
ya molestan?
Sin embargo Señor,
porque te amo,
voy dejando crecer juntos
trigo y cizaña
y cuando estén altos y parejos,
al ras los cortaré con mi guadaña.
Juntaré mi trigo bendecido,
la cizaña quemaré en una hoguera
y amorosamente guardaré mis obras,
que solo a Ti, Señor,
en tiempo y forma,
te entregaré, mi Dios, cuando me muera.
Elsa Lorences de Llaneza
Gracias Eva por la publicación de mi pobre poema. Que Dios te bendiga.
ResponderEliminarElsa Lorences de Llaneza