Alba y Eva- Testimonio gráfico de la reportera María Luján Ortega
La presentación de los libros "Lugar del Alma" e "Historias Vivas" de Julio Luis Ruffino, trajo una serie de eventos providenciales que no podemos dejar de compartir con ustedes que nos alentaron tanto en nuestra tarea evangelizadora de la cultura.
Uno de esos eventos fue la visita a las familias de la reserva aborígen "Chaco".
Allí nos encontramos, entre otros seres maravillosos, con Alba, una mujer qom (toba) que nos llegó al alma con su palabra y con su fe.
Nos habló de su pueblo actual, cómo viven, cómo sienten, cómo esperan y esperan y esperan... en Dios Nuestro Señor, "porque Él está sobre todas las cosas", "Porque Él nos escucha siempre lo que le pedimos y nos lo va dar", "porque nosotros sólo tenemos que esperar".
Cuando le entregamos los ejemplares de los libros de Julio, que están llenos de "Napalpí" se emocionó mucho, nos prometió compartirlos con la comunidad y nos agradeció.
Cuando le preguntamos qué necesitaba, qué podíamos hacer por ella nos dijo: "Quisiera ver una cruz mayor en el lugar de la masacre del año 1924, para que nuestros muertos descansen en paz."
Y en nuestra mente, y en nuestro corazón esa Cruz ya está colocada, y nos prometimos ir para cumplir ese deseo, por Jesús Nuestro Señor, que nos llevó a más de dos mil kilómetros para conocer a alguien que espera de nosotros el cumplimiento de una promesa.
Entre los eventos aparejados a la
ResponderEliminarpresentacion de los libros de Julio
este impresiona por la profunda Fe
que demuestra Alba y las esperanzas
que tiene fijadas en la Divina Pro-
videncia.!
ETELVINA
Qué felicidad Eva que junto con María Luján, hayan podido visitar una reserva aborigen del Chaco. Me hubiera gustado mucho estar allí. Son gente sana, sin contaminar. Humildes y con una aceptación increíble a su destino. Cuando he ido al sur, he tratado siempre de visitar alguna reserva y conversar con sus integrantes y siempre me he llevado su sabiduría y sus dones de gente. Felicitaciones para todos
ResponderEliminarQue bueno Eva! Me hubiese encantado estar allí. Que lindo too lo que hacés, y muy buena la foto de María Luján, como siempre. Lis
ResponderEliminar