11/11/15

PREMIO NACIONAL " MARÍA ISABEL PLORUTTI" CUENTOS Y RELATOS PARA NIÑOS.


LOS MIEDOS DE FLORENCIA



Conozco a Florencia desde que nací. Si algo aprendí en todo este tiempo es que ella no le teme a nada ni a nadie. Bueno, digamos que a casi nada ni a nadie; Florencia le tiene un miedo irracional a la magia, bah, a lo desconocido, a aquello que no puede explicar y, como consecuencia, tampoco entender. Fue sumamente extraño escuchar a esa chica tan fuerte decir: "tengo miedo", pero esa fue su reacción luego de una fantástica actuación de magia en el misterioso restaurant junto a nuestro hotel.
  -Voy al baño- dijo Flor.
  -Te sigo- apuntó mi hermana. No soy tonta, las chicas perseguirían al mago y tratarían de sonsacarle algún secreto. Al final me decidí:
  -¡Las acompaño!- Así nos fuimos en tropel, a lo que se transformaría en una gran aventura.
Pero... salir las tres juntas es sinónimo de llevar a Delfi, la hermana de seis años de Flor, la viva representación de que todos los niños, con conciencia de su existencia, actúan como personajes de una dramática serie televisiva.
  -Iré con ustedes- exclamó con una sonrisilla infantil.
  -¿Estás segura?- le pregunté con mi cara de misterio, a la cual recurría muy seguido últimamente. Lancé una risa maliciosa, típica de una pequeña niña (tengo once), como un Bambi poseído, zombi, come gatos. ¡Raro...! Mamá me miró con gesto de desaprobación.
  -Bueno, vení- me resigné. (Me pregunté si abriría la puerta cuando yo estuviera en el baño.) Nos alejamos de nuestras progenitoras. Caminamos como un barco a la deriva, sin saber dónde se encontraba el misterioso mago. Delfina parecía haber captado el hecho de que no iríamos al baño incluso antes de incluirse en el viaje. Los órdenes de la monarquía estaban claros: Dani, mi hermana, la reina, Flor, la secretaria, Delfina, la inocente ciudadana. Y yo, un país aparte, no acataría las órdenes de nadie o viceversa, a menos que fuera de vida o muerte.
  Unos aplausos provenientes de la mesa del fondo llamaron nuestra atención. El mago se alejó al igual que había hecho con nuestra mesa. Pero antes de llegar a la cocina extendió sus brazos, como si el aire fuera una cortina que debía ser abierta para ver la ventana que simbolizaba el mundo real. Luchando con el inmenso terror de Flor nos dirigimos al portal que se había abierto. El destino nos deparaba cosas muy diferentes a nuestras ambiciosas expectativas.
  Para empezar se notaba que había perdido su honor hacía mucho. Solía darme cuenta de cómo eran las personas antes de conocerlas. Accedimos a una habitación gris, distinta a la del mago ilustre que todos conocemos: no estaba llena de libros y calderos con pociones. Solo un montón de objetos destartalados y aparentemente inútiles.
  El mago volteó complacido.
  -Vaya, vaya, vaya- una patética imitación de un villano malvado -miren a quien tenemos aquí...-
  -Cuatro chicas y un repugnante mago deshonrado que dedica su existencia a demostrar la verdad de la magia a los "sin poderes"- dije, sin saber cómo había brotado de mí toda esa información. Solamente lo sabía, como había ocurrido en múltiples ocasiones.
  -Ante nosotros,- (me ignoró el mago) -Daniela, "la Líder."- Mi hermana se sonrojó ligeramente. ¡Ese era su poder, no un halago!
  - Sabés liderar un grupo, con mi enseñanza no tendrías límites. Delfina sin poderes aún, suelen llegar a los ocho, yo te los daría a los seis- un brillo de tentación iluminó su pequeña cara -Verónica una encontradora - Dani decidió interrumpirlo.
  -Dirás buscadora-
  -No- la corregí, -Los buscadores buscan, los encontradores encuentran, objetos, personas... respuestas-
  -Tenés valor- me felicitó -Cualquiera hubiera escondido un talento TAN especial. El único problema acá sos vos Florencia, sos la llave más profunda, poderosa y multifuncional que he presenciado. Pero tenés miedo, miedo a mí, miedo a vos, miedo a lo desconocido, podés encarcelar a los demás pero tu miedo te encarcela con ellos- suspiró -estaremos aquí un buen rato, fuiste prisionera de tu temor a lo desconocido, te mantuvo presa durante quince años tu miedo no te permitió expandir tus horizontes, sos cien veces más fuerte de lo que crees, en este momento es peor, tu miedo encierra también a tus compañeras de aventuras. La deshonra ha sido suficiente. No moriré a manos de una nenita miedosa.- Sin decir más explotó y desapareció.
  -Yo no puedo tener miedo a lo desconocido- aseguró Florencia, sin hablar a alguien en particular- Es tener miedo a lo diferente, al miedo, a mí misma. ¿Cómo conocerme sin conocer el mundo que me rodea, si yo soy un universo? Aunque consigamos salir de acá por otros medios, ese terror me perseguirá sin descanso.- Terminó su monólogo-reflexión y Dani inspirada me ordenó:
  -Vero encontrá una puerta- no era necesario que me lo dijera, me había preguntado qué pasaría y tuve una visualización del futuro. Quise darle el placer de liderar. Encontré una especie de cinta luminosa que intenté abrir como había hecho el mago, mi portal era una enorme ventana destellante mucho más pura que la de él.
  Salimos, listas para enfrentar el mundo desde otra perspectiva.
Verónica Madeira

Trelew

No hay comentarios:

Publicar un comentario