REGALAME TU INFANCIA
Desearía con toda mi alma que nuestros niños
se salven con ese piedra libre para todos los compañeros...
Si creo en la familia como base de amor y de
respeto, a pesar de que son tiempos difíciles para que los valores estén
puestos en la mesa.
Hay otros que nos impusieron y vienen desde esta sociedad
que nos maneja nuestra escala de valores y nos están destruyendo a todos si nos
dejamos pisotear.
Yo, a pesar de esta
imposición de valores muertos y de falsos ídolos, creo en la familia, porque yo
la tuve en la figura de mis padres y la tengo tratando de apuntar a esos
valores que ellos me dieron e inculcárselo a mis hijos.
Hoy te regalo para vos, en este escrito, mis
recuerdos de la infancia.
En ellos están mis
rastys, o los mil ladrillos.... las bolitas y el famoso “opi” y mi vieja
retándome porque era una “machona”, los dardos peligrosos con los que jugábamos
con mis hermanos y primos. Mi muñeca de trapo que me regaló mi viejo, porque él
me la trajo en un día del niño , ya que los regalos siempre los hacía mi mamá.
Mis canelones que he preparado para toda mi familia, los postres que le gustaban a mis a amigos con tan sólo trece
años y me creía la “mamita perfecta” y “ama de casa” para aliviar a mi vieja.
Te regalo mis viernes,
que llegaba de la escuela y limpiaba y ordenaba mi cuarto, enceraba la casa
para que mi mamá viera todo reluciente. (Años más tarde los viernes serían para
limpiar mi corazón y pasarle cera a mi alma.)
Te regalo mis agujas
de crochet y el primer vestidito que le hice a una muñeca, las bufandas a mis
seres queridos, las bolsas de macramé a mano que le hice a mi mamá, las
revistas burda con la que aprendí a coser y a soñar en ser una diseñadora de
moda y todos los vestidos chuecos que le cosí a mi mamá.
Te regalo mis melodías
que aprendí a tocar en el piano y una canzonetta “mamma, ma la canzone ma piu
bella sei tu, sei tu la vita, e la mia vita l ábbutto per te”...
Te regalo mis
violetitas y mis tréboles, el agua de mi pile, mi cielo y mi sol, que me
ampararon y me protegieron siempre cuando me iba a llorar al fondo de mi casa
porque extrañaba a mi mamá porque trabajaba todo el día.
Te regalo mi sonrisa
“kolinos” así la llamaban mis vecinos, los padrinos de mi hermano mayor, que vivián al lado y hoy están
por allá arriba... Fueron mis padres en muchos momentos.
Te regalo también mis
sapos, que cazaba con mis hermanos los días de lluvia con las botas amarillas y
una capa que me llegaba hasta los pies. Y los colibríes que son la magia de mi
vida, porque hasta el día de hoy me hacen muy feliz.
Te regalo todos mis
cuentos, porque siempre tuve imaginación para recrear historias en las que
dibujaba mi infancia y adolescencia.
Te regalo mi canción
que ojala la puedas bajar y tu canción que seguramente marcó parte importante
de tu vida.
Te regaló mi corazón…
hoy de madre con mis cuatro hijos. Y te regalo hasta mis lágrimas que hoy
brotan de alegría porque hoy tu presencia de niño ausente en esta sociedad,
marcada por la tecnología, la desesperanza y la falta de creatividad, generaste
que yo pudiera sacar de mi, más de lo que yo tenía.
Nunca podía manifestar
estas simples cosas que las tenía guardadas ahí en mi corazón.
Creo en esa caricia
que tanto me recalcó un sacerdote amigo..”una caricia de Dios”. Yo la sentí y
la siento, sabés... Te regalo mi corazón
xx
de madre que nunca me imaginé que pudiera
albergar tanto, tanto, tanto. Y regalame vos algún día los recuerdos de tu
infancia.
Marcela Mannino
Ciudad de La Plata
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