El 24 de marzo, coincidiendo con el Día de la Anunciación, se dedica la jorna da al "Niño por nacer".
¿ Nos quedaremos en la mera conmemoración?
¿Qué haremos para conseguir que los derechos del niño por nacer sean considerados aún antes de que anide en el vientre materno?
¿Puede una madre insuficientemente alimentada transmitir a su niño los nutrientes necesarios para un desarrollo conveniente luego del nacimiento?
¿Qué equilibrio emocional, espiritual y afectivo puede aportar una madre que no lo ha recibido previamente?
¿ Cómo lograremos un nuevo escalón en la escala evolutiva si no dejamos de enseñar a las madres "a matar a sus hijos" como decía la inolvidable Madre Teresa de Calcuta?
También Juan XXIII, el Papa Bueno decía que "había que repartir con equidad el pan en las mesas y dejar que la Providencia de Dios se encargara de todos los niños que vinieran al mundo.
Para pensar... y para actuar... por amor a la vida.
Eva Lucero de Ortega
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